Nuestra historia más reciente nos está acostumbrando muy a nuestro pesar a recibir día sí y día también malas noticias. Pandemias, volcanes en erupción, guerras sin sentido, todo un cúmulo de acontecimientos que nos han obligado a estrechar los lazos entre nosotros; a preguntar cómo se encuentra la familia del otro y esperar que esta esté bien, o a decir a nuestros amigos eso de “a ver si nos vemos pronto” siendo esta vez de verdad.
Conocer la fragilidad de la vida nos hace conscientes de la importancia de estar junto a nuestras personas más queridas, y justamente, en mitad de esta vorágine de malas noticias, el 1 de marzo del pasado año nos dijo adiós nuestro querido José María Castro Amo, “Pepe Castro” para los amigos.
Comienzo cursos natación de verano, años 90
Hablar de Pepe Castro es sin duda hablar de un pionero. Una persona que en el año 1975 comenzó a dar clases de natación en el recién estrenado “poli” y que, junto a cuatro chavales, comenzó a viajar por los pueblos de Córdoba sin mayor intención que la de transmitir el amor por el deporte en general y por la natación en particular. Recordar a Pepe es tener presente a una persona que comenzó a arrojar luz en nuestra sociedad cuando aún existían muchas sombras.
Maestro de educación física y filología durante más de 4 décadas, nunca cesó en su empeño por intentar dar lo mejor de sí mismo a sus alumnos y nadadores. Tanto es así que escribió un libro a petición de estos, libro que en un principio se negó a redactar solo por el miedo a olvidar nombrar a alguien importante. “La historia de una ilusión, de un sueño…”, son las palabras que utilizó en su prólogo para describir los sentimientos que rememoraba al escribir su historia “La natación en Montilla en el pasado siglo” en la cual, desde la humildad que le caracterizaba, nos describió su camino recorrido, del cual somos herederos hoy día.
Trofeo de Natación Ciudad de Montilla
Aquellos que tuvimos la suerte de conocerlo y compartir horas de conversación junto a él, hemos aprendido mucho, tanto de natación, de actividad física como de la vida en general. Pero hay algo a destacar que aprendimos de Pepe, sobre todo, “A ESCUCHAR”, ya que con él no valía con un “hola, ¿cómo estás? y adiós”. Estar con Pepe era echar la tarde, tardes que eran y son irrepetibles. Os aseguro que quienes las pasamos en su compañía las echamos mucho de menos.
Pensar en Pepe es recordar a un educador, un entrenador, un formador y un amigo. Muchos de nosotros somos la persona en la que nos hemos convertido gracias en parte a sus enseñanzas.
Bien como maestro de escuela, término que a él le gustaba utilizar, y del cual este redactor aún recuerda (20 años después de haber sido su alumno) su incansable trabajo por intentar hacer de mí y de todos las mejores personas posibles. Como entrenador, al margen de conocimientos técnicos o tácticos, siempre trató de transmitir valores como el trabajo, la constancia, honradez, humildad, pero, sobre todo, a intentar ser cada día un poco mejor que el anterior. Y como amigo, ya que siempre estaba ahí para quien lo necesitase. Tanto es así, que algunos han llegado a considerarlo como un segundo padre.
Homenaje a Pepe Castro, presentación 2021/2022.
Hace unos días realizamos un acto en memoria de Pepe, en el cual, acudieron todos los nadadores de nuestro club. Desgraciadamente, las generaciones venideras no tendrán la suerte de conocerle tal y como lo conocimos nosotros. En nuestra mano queda la responsabilidad de seguir transmitiendo todas las cualidades que él nos enseñó. Ahí tendremos que estar para recordar a los más jóvenes la humildad de la que siempre hacía gala, y a respetar y valorar toda la organización e instalaciones de las cuales disponen, gracias, en gran medida, a Pepe.
Estamos seguros de que estas palabras no pueden describir todo nuestro aprecio hacia nuestro querido amigo y todo lo que ha representado para nosotros. Sin embargo, desde el Club Natación Montilla (tu club, Pepe), hemos creído conveniente dedicarte estas letras, para que, quien las lea, pueda saber todo lo que has significado para nosotros y para tanta gente, dentro y fuera de la natación.
Estés donde estés… un abrazo, amigo.